Quizá no sea el concierto del año, quizá algunos no lo disfrutaron tanto, la tardanza en iniciar, la brecha generacional, el frío (constatado por Billy Joel) podrían haber sido factores para que algunos de los asistentes no disfrutaran el concierto de ayer por la noche en el Foro Sol.
Con amigos había platicado acerca de que quizá le había quedado grande el recinto, después de todo, ¿hace cuánto no hace música nueva?, ¡Bah! ¿Eso importa? Estamos hablando de 50 años de carrera, lo cual ha llevado a Billy Joel a acumular un gran repertorio y por si fuera poco, de acuerdo a que se anunció en medios, esta es la gira de su despedida de los escenarios. Yo estaba completamente segura de que además de ser una buena anécdota que contar, escucharía éxito tras éxito.
Desde la llegada, accesos sin problemas, gente sin prisas, familias completas y cúmulos de amigos más allá de la chavoruquez, hicieron que el ambiente se sintiera relajado, parsimonioso. Las 20:30 y todo sereno. El vacío evidente. Regalaron boletos por montones, de todas las maneras, ¿podría ser que este gran contador de historias no llenara?
Las 21:00 hay un poco más de movimiento. A lo lejos una familia de más de 8 miembros llega, están buscando sus lugares, lo interesante es que traen consigo a la abuela, seguro de más de 70 años, le cuesta trabajo subir los interminables escalones, le ayudan, aparentemente tres generaciones de esa la familia están presentes. No es extraño, hay muchas más familias presentes, la brecha generacional no es problema para que todos puedan disfrutar de la música de este artista neoyorkino.
Pasadas las 21:30 se apagan las luces, el público no es el más ruidoso, pero aplaude y grita, Billy corresponde, con buen ánimo trata de hablar español: “Gracias, buenas noches, perdón mi español, estudié español en la escuela, pero no lo hablo muy bien”, palabras que bastaron para ganarse la ovación.
Después de tocar “The Stranger” introduciendo un breve pero muy aplaudida “Tequila”, nuestro querido Billy se ganó nuevamente las palmas al poner a elegir al público entre dos canciones “Just the way you are” o “Vienna”, con base en los decibeles generados por gritos y aplausos, decide que se tocarán ambas, ¡seguro ya lo tenía preparado!, pienso, pero siempre es emotivo ver cuando el artista se involucra con el público y lo disfruta también y anoche así fue.
“Just the way you are”, ¿cuántos de los que están aquí hoy existen gracias a esa canción?, esa es la gran pregunta de la noche, epítome del romanticismo, seguro fue dedicada muchas veces, las luces están apagadas y los celulares encendidos. La atmósfera perfecta. ¡PUM! Un golpe de melancolía.
Sigue avanzando la noche, de vuelta a los 80´s, 90´s, ahora queda muy clara la reunión familiar, unos conquistaron y cantaron en su juventud a todo pulmón algún tema de Bill, ¡seguro!, los más jóvenes crecimos escuchando una que otra canción por ahí en algún momento, apenas puedo creer que “My life” haya nacido el mismo año en que lo hice yo, ¡no puede ser más evidente la trayectoria de Billy!
En mi caso, la canción que más recuerdo de Billy Joel, durante mi temprana adolescencia, es “River of Dreams”, le comento al amigo sentado junto a mi. Parece que fue ayer cuando la escuché en alguna estación de radio y como formaba arte de su material en ese entonces recién lanzado, se le escuchaba regularmente. Yo tenía nulo conocimiento del inglés y me basaba en mi habilidad para imitar sonidos para cantarla con todo entusiasmo.
A partir de ese momento de la noche, los presentes nos deleitamos éxito tras éxito. Éxtasis y dosis doble de nostalgia con “Piano man”, que evoca los años de juventud, la añoranza por los viejos tiempos. Con solo de ver desde las pantallas que Billy se colocaba la armónica, apareció una sostenida aclamación.
Después de una breve pausa, en la que mucha gente comenzó a salir del Foro, algunos, los menos expertos se preguntan: “¿volverá a salir?”, muchos creen realmente que es todo, cuando de pronto la ovación incrementa: “¡volvió a salir!”.
El regreso definitivamente es triunfal, una dotación mayúscula de combo nostálgico-melancólico jumbo. “We didn´t start the fire”, “Uptown girl”, “It´s still rock and roll to me” y el cierre definitivo “You may be rigth”, dejan en claro que no le quedó chico el recinto, que grandes y chicos los disfrutaron, evidentemente unos más y otros menos, movidos por los recuerdos de los viejos tiempos.
La gran ausente de la noche: “The longest time”.