Nunca había visto a Metronomy en vivo. Aunque en el 2017 fueron parte del cartel del Corona Capital, por alguna razón que no recuerdo, no estuve en el escenario en el cual tocaron. Me los perdí.
Después de que una amiga tuvo oportunidad de verlos en Berlín el 24 de octubre de este año, nos compartió a algunos amigos y a mi, que aunque tocan muy bien en vivo, no conectó y vio mucha pose de la banda, lo cual me llevó a tener expectativas bajas de lo que sucedería en el Pepsi Center. Con todo y eso, mi idea era verlos en Zona fan, ya que no quería perder evidencia alguna de lo que sucedería en el escenario.
Total que llegó el día. Muy puntuales fueron en abrir las puertas y me ubiqué en el que creí sería un buen lugar, más tarde constaté que así fue. Pese a mis conjeturas con respecto a la edad de los asistentes, ya que yo esperaba ver gente al rededor de los 30´s o más, me sorprendió ver mayoría de gente aparentemente en sus 20´s.
La espera aunque larga, en realidad se pasó sin sufrimiento debido a la compañía de un buen amigo que comparte conmigo el entusiasmo por los conciertos y la música. Me percaté de que muchos de mis vecinos no tenían mucha experiencia en asistir a conciertos o no conocían muy bien a Metronomy, algunos comentaban “he visto que al final del concierto regalan el setlist” o “te va a gustar, tienen muchas canciones muy buenas”, o no faltaron tampoco aquellos que se quejaron del tiempo que tendrán que esperar, o de que había “falta de espacio vital” por decirlo de alguna manera, aunque curiosamente, en mi opinión no hubo falta de tal, ya que en realidad no hubo empujones o lucha encarnizada por mantener el lugar como sucede en otros eventos.
En punto de las 08:15 comenzó el acto abridor del dueto franco-americano Faux Real, conformado por la pareja de los hermanos Virgil. Sin tener ni una idea de que iba este acto, debo decir que me sorprendió gratamente, más que otra cosa por ser evidente el enorme placer que les causa estar frente al público, su presentación estuvo cargada de emociones, mucho movimiento y dominio del escenario, inclusive bajaron a compartir su actuación muy cercanos a la gente y al final, ya concluida su presentación, se asomaron tras bambalinas a tomar video para dejar constancia del buen recibimiento que tuvieron.
Según lo anunciado por el venue, a las 21:00 hrs. comenzaría el acto principal, por lo que las ansias comenzaron a hacer presencia, 21:05, nada, solo gente en el escenario probando sonido, los últimos arreglos antes de la salida de Metronomy, 21:10, 21:15, 21:20, se comienzan a escuchar chiflidos y algún comentario por ahí “seguro comenzará a las 21:30”, y sí, justo así fue, 21:30, la hora en que la emoción llegó con los primeros acordes de “Wedding” que dieron la señal de entrada de los miembros de la banda todos vestidos de blanco.
Abrieron con combo ganador, como lo llamó mi amigo, “Lately” y “The bay”, desde el inicio marcaron la pauta de lo que sería el resto del concierto, por lo que aquello que percibió mi amiga en Berlín quedó totalmente opacado por lo que sucedió en México, el público, el estado de ánimo o hasta la ubicación que uno elige tiene mucho que ver con la experiencia. Hasta las primeras 7 canciones, me parecía que estaba muy por arriba de mis expectativas, sin embargo habían pasado únicamente 25 min., mi amigo y yo comentamos “van muy rápido”, además considerando que ya habíamos hecho uso de la búsqueda en setlist.fm del listado de canciones que habían tocado en sus presentaciones anteriores (alrededor de veintiuna), ya habían abarcado en tan poco tiempo la tercera parte, así que supusimos pasaría tan rápido que nos quedaríamos con ganas de más, pero también sabíamos que México es el lugar que más se escucha a Metronomy y que ellos tienen un especial cariño por el público de la Ciudad de México que en el pasado les ha recibido muy bien, por lo que suponíamos podría haber un setlist más largo.
Tal fue la entrega del público, que en varias ocasiones durante varios segundos se escuchó el grito de “Me-trono-my, Me-trono-my” o la famosa “olé, olé olé, Me-tro-no-my” al unísono en voz de $7,500 personas que generaron sold out en este evento.
Joseph Mount, líder de la banda, para retribuir al público la muestra de cariño dijo: “no estoy seguro si alguien tuvo oportunidad de vernos la primera vez que tocamos en la Ciudad de México, hace ya mucho tiempo, pero nos enamoramos de ustedes, nos enamoramos de México, y tener la oportunidad de regresar y tocar enfrente de toda esta gente es increíble, muchas gracias”, inmediatamente después presentó a los miembros de la banda, cada cual comentó algo en español, comenzó Michael quien dijo ”México, ustedes si son hermosos”, Oscar “Es muy especial aquí esta noche, muchas gracias México, Metronomy y México por siempre” Anna, a quien a grito insistente el público le pidió hablar en español saludó: “Hola México”, palabras con las cuales el público enloqueció, y por último el carismático y energético Olugbenga expresó “aquí es un consuelo hecho realidad”, si, así lo dijo, y la verdad es que todos entendimos la idea y festejamos sus palabras.
El público no podía estar más feliz y entregado. Siguió la noche con más éxitos, “I’m Aquarius”, “Old Skool”, “Salted Caramel Ice cream”, “The look”, “Love Letters”, las cuales pusieron la cereza en el pastel, y a diferencia de sus shows previos, el setlist que presentaron en México contó de 24 temas. La noche estuvo llena de energía, buena vibra, entrega de ambas partes, banda y público, mucho baile e involucramiento del público, excelente interpretación y buen sonido que hizo retumbar los cuerpos de cada uno de los que estuvimos ahí presentes.
En resumen, lo esperado: un setlist de lujo, baile, energía y entrega del público; lo inesperado, aclaro, inesperado por mi que nunca los había visto en vivo: la felicidad, interacción y entrega de la banda con el público, los bailes cadenciosos de Olugbenga y Oscar que le pusieron un condimento muy especial y atractivo a lo que sucedía en el escenario, y la timidez de Anna que salió entusiasta después del encore con la bandera de México. En resumen, expectativas superadas.