Notas Acusmáticas
Por Dení Leds
“Hey Jude, no lo hagas mal, toma una canción triste y mejórala, recuerda dejarla dentro de tu corazón, y luego puedes empezar a hacerla mejor…”.
The Beatles, el famoso cuarteto de Liverpool, tiene innumerables temas que se han convertido en símbolos del rock, pero por alguna razón, Hey Jude es una de las favoritas de fans y no tan fans, que en estas fechas se pone de manteles largos pues cumplió el pasado 26 de agosto 50 años de haber sido lanzada en Estados Unidos, y el 30 en el Reino Unido… y de ahí pa’l real, porque se hizo tan popular que se mantuvo durante 9 semanas en el top 10 de ambos países y es conocida en casi todos los rincones del planeta.
Se trata del primer sencillo que publicó Apple Records, el sello discográfico del grupo, a pesar de la opinión en contra de su productor George Martin -conocido como el quinto Beatle-, quien consideraba que “era demasiado larga”, pues el track tiene una duración de 7 minutos con 11 segundos, superando con mucho lo que se permitía pasar en las radios y lo que la convertiría en una de las canciones más largas de la historia.
El propio productor recordaba en una entrevista que había regañado a la agrupación diciéndoles que “no podían hacer un sencillo tan largo”. John Lennon le preguntó “¿y por qué no?”. La única respuesta de Martin fue que no la pasarían en la radio, pero John confiaba tanto en la música –o quizás en el fenómeno de la beatlemanía– que le contestó que sí lo harían “porque es nuestra”.
Sin embargo y a pesar del gran éxito que tuvo a nivel mundial, algunas emisoras de radio estadounidenses efectivamente se negaron a reproducir Hey Jude porque sobrepasaba por mucho los tres minutos y medio permitidos, por lo que la compañía estadounidense Capitol Records realizó una versión más corta. Pero eso no le restó la magnificencia que consiguió a lo largo de los años.
Un músico puede descifrar a la perfección la historia que envuelve esta canción tan emblemática. La letra está dedicada a un niño triste que vive inmerso en el drama del divorcio de sus padres. Mis papás siguen casados después de 36 años, por lo que no soy capaz de sentir el dolor de un pequeño al saber que su familia se va a dividir y muy probablemente sin comprender el por qué, pero sí puedo imaginármelo.
Paul McCartney, autor de Hey Jude, era como un tío para Julian Lennon, el hijo que John tuvo en su matrimonio con Cynthia Powell y que terminaría después del amorío del vocalista con la multiodiada Yoko Ono (¿cuántos más, Yoko?). Fue así que Paul confesó que en una ocasión llevaba manejando más de una hora y de pronto empezó a cantar y a componer la melodía que contenía un mensaje optimista y esperanzador para Julian. “Sé que no eres feliz, pero vas a estar bien”, comentó Paul.
No obstante, John Lennon siempre creyó que la canción estaba dedicada a él, puesto que McCartney nunca confesó esto, sino hasta 1987 cuando se lo dijo personalmente a Julian, ocho años después del asesinato de su padre.
Un dato curioso es que la canción se llamaría en un principio Hey Jules, pero después fue cambiada por Jude para que fuera más fácil interpretarla y se convirtió en un himno en el Reino Unido, tanto que equipos de futbol como el Cardiff City, la ha utilizado para sus cánticos durante años.
Hey Jude ha vendido ocho millones de copias a nivel mundial y fue nominada a tres premios Grammy el año de su lanzamiento, además de haber sido incluida en el Grammy Hall de la Fama en el año 2001 y, por si fuera poco, según la revista Rolling Stone, está considerada como una de las 500 mejores canciones de todos los tiempos.
Quizás no sea la mejor canción de los Beatles, pero ¡ahhh, cómo nos pone a cantar! ¿Quién no ha coreado el Na Na Na Naaa por lo menos alguna vez en su vida?