En este mundo agitado, duro y desalentador de la música independiente, existen ciertos consejos que más vale tomar para ahorrarse malas experiencias. El día de hoy quiero platicarte acerca de una tendencia a la alta que veo en redes sociales y que es un claro ejemplo de que la música es muy buen negocio… y no precisamente para las bandas.
Si tú y tu banda, así como yo, ya tienen material grabado, ya han trabajado sus ensayos y su sonido con una decencia suficiente, ya se han presentado en uno que otro venue y siguen en esta lucha encarnizada por hacerse un espacio en este saturado mundo, seguramente están buscando formas para difundir su música.
¿Cómo nos detectan en internet?
Explicar de forma general cómo funcionan los algoritmos de publicidad en Google o Facebook es “harina de otro costal” sin embargo puedo decir, de manera general, que la publicidad que vemos en nuestros celulares y computadoras ya viene personalizada. Esto se debe a los datos de navegación que recopilan muchos sitios y los guardan para después replicar publicidad a quienes los hayan visitado. Esto se conoce como las famosas cookies y forman parte de un funnel de ventas digital para lograr una conversión (que el internauta gaste su dinero en la oferta o las promociones que hace un determinado sitio web para ganar dinero). Esto puede ser un producto o servicio.
Estoy seguro de que has visto en tu feed anuncios acerca de cursos en línea que te prometen que serás el nuevo as de la cocina con Gordon Ramsay o un pro del cine con el nuevo curso de Martin Scorsese. No digo que no funcionen, claro, te abrirán un panorama más amplio; sin embargo será necesario pisar una escuela gastronómica o un colegio de cine para poder formalizar más el estudio de estos ejemplos.
Ahora bien, seguro has visitado sitios de plugins (iZotope, Waves, etc) o visto videos de pedales en YouTube… Esto, visto desde un punto de vista de mercado, te convierte en un potencial consumidor para estas empresas. Hasta aquí todo bien. El tema es que también, por estos intereses, eres blanco fácil para personas y empresas que están buscando músicos para llenarse los bolsillos prometiendo falsedades.
La estafa maestra
El mercado de los músicos independientes va en crecimiento y se sirve de ilusiones. Ojo, hablo acerca del mercado de los músicos independientes de forma externa… como un mercado del cuál sacar beneficios económicos.
Honestamente, si no tuviera escrúpulos y tuviera mucho tiempo libre, podría montarme un sitio web e invertir en publicidad como lo hacen estos mercenarios. De hecho, cualquiera podría hacerlo.
Regresamos al punto en el que tú y tu banda están buscando más difusión y llegarán indudablemente a buscar en Google “tips para crecer en Instagram”, “¿cómo sacar mi single?”, entre muchas otras cosas que instantáneamente los volverán blancos de estas personas.
Poco tiempo después comenzarás a recibir publicidad de personas que aseguran ser profesionales de la industria musical y que han trabajado con artistas reconocidos a nivel mundial o hispanoamericano. Te ofrecerán un curso gratis o un webinar gratuito si te registras en su sitio web (para después llenarte de publicidad) y prometen que con parte de esa información, tendrás una guía o un norte para dar los siguientes pasos en tu carrera musical.
Quizá algunas personas que lean esto dirán “oye, Julio… pero es SÚPER OBVIO que cualquier sitio que quiera tus datos te llenará de publicidad”… sí, lo sé, sin embargo estamos hablando de que en un país con poca apertura a la cultura, pocos espacios que además de complicado entrar si no tienes un conecte, se van cerrando (¿te suena “Caradura” o “El Imperial” en CDMX?) y una sobreoferta de bandas independientes que desean ser escuchadas… en algún momento la desesperación te hará caer en uno de estos sitios con tal de ir progresando.
No lo hagas.
Voy a omitir los nombres de las personas y empresas ya que no quiero meterme en problemas y mucho menos a este increíble blog llamado Rey Decibel, sin embargo debo decirte que ningún curso/webinar/programa que te ofrezca lanzar tu carrera musical te va a dar algo más que paja e información bien sabida por todos y que está al alcance de todos.
Primero la curiosidad te gana y te registras a un curso gratuito en donde recibirás varios videos a lo largo de la semana en tu correo. En estos videos, el 90% del contenido trata acerca de frases motivacionales baratas, ejemplos de otros artistas que han tomado el curso y despegaron (aunque sus redes tengan 100 seguidores) y el 10% será de aspectos técnicos de marketing que en cualquier libro vienen.
Claro, tú y tu banda están súper ilusionados de al fin haberse topado con alguien que sabe del tema así que al final de esta serie de videos… llega el costo. He visto cursitos de éstos que se ofertan hasta en 500 USD.
Lo dudas, ya que es una cantidad importante, cierras el navegador y te duermes pensando acerca de esto. Al día siguiente decides buscar más del curso y de su presentador… y encuentras en todo Google solamente comentarios positivos, testimoniales bien trabajados de personas que lo tomaron y semblanzas del presentador que bien pudieron haber sido escritas por él o ellos mismos.
Posteriormente en, tu correo, tu feed de Facebook, Instagram y cualquier página que visites en donde haya publicidad, serás bombardeado por su publicidad en donde intentarán tocar las fibras más sensibles de tu motor interno por el que decidiste emprender la aventura de la música.
La verdad detrás de estos cursos
Generalmente las personas que los realizan, sí han tenido algún acercamiento con la música, como haber sido locutores de alguna estación de radio, haber sido ingenieros de sonido de X estudio en donde UNA VEZ fue a grabar Y artista… y muchos ejemplos como ésos.
Ésa será su carta de presentación… y si tienen alguna foto con uno de los artistas más conocidos, la pondrán en un cuadro detrás de ellos al hablar frente a la cámara, para generar confianza. Todo está perfectamente armado para intentar que se ganen tu confianza.
Una vez que pagas, accederás a webinars y lives en grupos de Facebook, Whatsapp o YouTube, en donde te darán ciertas estrategias de contenido y te dirán que el grupo será para un intercambio de ideas entre todos los que lo conforman (vamos, más personas como tú que están igual).
Quizá te pasen algún truquito que funcione en Instagram o Facebook, pero nada integral que no puedas conseguir por tus propios medios.
La triste realidad
La verdad es que al final de estos cursos habrás ganado ciertos conocimientos que, repito, podrías haberlos obtenido comprando algún libro de marketing y redes sociales. Ni te volverán famoso ni te convertirán en una estrella en ascenso. ¿Realmente crees que alguien que tenga “la fórmula musical”, por mucho que cobre, la va a compartir?.
No.
Nadie va a compartir esta información simplemente porque dejaría de ganar dinero… y en la industria musical se mueve muchísimo. Y seamos honestos, la mayoría de promotores, managers y venues son un círculo cerrado en donde todos se conocen.
¿Entonces… qué hay que hacer?
No hay una receta que garantice el éxito. Es un hecho. Sin embargo, lo más importante desde mi punto de vista y desde las bases del marketing de producto (sí, si eres solista tú eres un producto, si eres parte de una banda, la banda es un producto) es lo siguiente:
- Haz networking con otras bandas, locutores, promotores, managers y venues.
- Define bien tu oferta de valor (¿qué te hace especial respecto a otra banda?)
- ¿Es coherente tu música con tu imagen? (algo difícil de aterrizar)
- Define claramente tus objetivos a lo largo de un año o mínimo, 6 meses.
- Construye una base de fans sólida (no tus amigos ni familiares)
- Desarrolla bien un single y crea contenido alrededor de éste
- Utiliza el networking ya hecho para hacer llegar tu canción y contenido a la mayor cantidad posible de personas
- Cuantifica lo que funcionó, reflexiona sobre lo que no y repite.
Han habido noches en que pienso… “¿para qué tantos ensayos? ¿para qué tantas horas frente a mi DAW puliendo la mezcla? ¿para qué tantas llamadas si sólo encuentro puertas cerradas?”… y me pregunto “¿no será mejor tirar la toalla?”.
No quiero desanimarte, sin embargo, si tu objetivo es hacer que tu música llegue a algún lado, debes trabajar arduamente por lograrlo. Yo también voy de repente manejando o paseando al perro y me viene una tonada y una letra y regreso a casa para escribirlo, yo también disfruto de comenzar a componer una melodía y trabajar en los arreglos con mi banda… de verdad sé lo que sientes… sin embargo hay un momento en el cuál se debe establecer la línea que separa al arte y al comercio… y las fases de difusión, distribución y puesta en marcha (tocar, pues) dependen muchísimo de qué tan bien sea ejecutada la parte comercial.
Te dejo algunos libros que he comprado y disfrutado al leerlos con muchísima información que estoy seguro, te serán de utilidad. Lo mejor es que no están escritos por “gurús de la música” sino por profesionales de la industria musical que siguen estando activos y te revelan sus experiencias y herramientas con bases académicas. Ya dependerá de ti lo que funcione o no con la práctica y la prueba y error.
- “Creadores de Hits” – Derek Thompson
- “This business of global music marketing” – Tad Lathrop
- “Marketing your Music Program. From traditional branding to Digital Promotion” – Sean Dennison Smith