¿Por qué las disqueras se enojaron con Spotify? (Y ¿qué representa esto?)
Naces. Creces. Grabas un demo. Firmas con una disquera. Te vuelves rico y famoso. Mueres bañado en joyas y discos de oro.
O eso piensan muchos cuando deciden grabar y compartir su música. Spoiler alert: No funciona así.
La figura del rockstar, y la industria musical en general, han dado un giro de 180º en los últimos 10 años.
¿Crees que los cambios ya terminaron? Pues no, van empezando.
¿KHÁ?
A lo largo del 2018, Spotify empezó a negociar con un número muy limitado de artistas independientes cuya identidad, al día de hoy, sigue siendo un secreto. ¿El objetivo? Que firmen una licencia de distribución (licensing deal) con la compañía de streaming.
¿Y qué tiene el trato con Spotify?
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- El artista conserva todos los derechos sobre su música, contrario a lo que permiten las disqueras tal y como las conocemos hoy.
- El artista no tiene la obligación de darle a Spotify contenido exclusivo o una parte de los másters.
- Spotify le ofrece al artista un porcentaje mucho más grande de ganancias por streaming que cualquier disquera (ahorita te cuento esto a detalle).
- Spotify le da un anticipo “modesto” a los artistas. (Nota: NYTimes dice “modesto” porque las disqueras dan anticipos de millones de dólares, pero estamos hablando de “diez mil o cien mil dólares”).
- El artista puede firmar un trato con Spotify y, aún así, seguir subiendo su música en plataformas como Apple Music o Amazon sin ningún problema.
- Se da a entender que el artista también pueden firmar otros aspectos de su proyecto con otras disqueras, ya que, por contrato, no pueden competir directamente con ninguna de ellas.
- Spotify, a cambio, ofrece su plataforma de 83 millones de suscriptores y casi 100 millones de usuarios que no pagan una suscripción para distribuir y promocionar la música del artista.

¿Pos cuánto le paga una disquera a los artistas?
Spotify le paga a Universal, Sony y Warner un 52% de las ganancias que se generan por cada canción reproducida (y un anticipo de 42.5 millones de USD los primeros 2 años del contrato, y 9 millones en publicidad que, al menos SONY, también puede revender para generar más ingresos. Si le sabes al inglés, aquí está el chisme completo. Es viejito pero interesante).
De esto, la disquera le paga al artista una regalía de aproximadamente 15%. Si eres Enrique Iglesias o Taylor Swift, tal vez acepte darte el 50%.
Con Spotify, “el artista y sus representantes pueden quedarse con todo el pago”, es decir, el 100% de las regalías sobre streaming.
Entonces, ¿Spotify ya es una disquera?
No, y por su contrato con Warner, Sony y Universal, no puede serlo.
Aún así, las disqueras no están felices, y ya han sugerido “que no estarán dispuestas a comprometerse con Spotify, dado que su contrato expira el año siguiente”. No es sólo por esto, sino por otros problemas que han surgido, como que Spotify no paga una regalía extra por incluir videos en sus playlists, dado que un video representa más gastos para una disquera que sólo una grabación de audio.
¿Qué involucra esto? Que Spotify tiene que moverse con mucho cuidado. Perder el catálogo de alguno de los “tres grandes” involucra generar una desventaja ENORME con otros servicios de streaming.
Y ¿yo puedo firmar con Spotify?
No aún.
Entonces ¿por qué me importa?
- Porque tienes que saber qué está pasando en la industria musical. Si algo se cae, también se te cae encima. Al menos fíjate para quitarte.
- Está surgiendo una competencia directa para las disqueras más grandes. Esto involucra que, tanto el funcionamiento básico de una disquera como la forma en que ésta divide sus ingresos y egresos tiene que cambiar.
¿Sabías que poco después de que Spotify anunciara esto, Sony repartió 750 millones de USD entre sus artistas?
¿Coincidencia?, ¿un acto de “bondad” porque los directivos reflexionaron sobre su vida? Yo, personalmente, no lo creo. - Spotify está demostrando que puede haber más opciones. El camino ya no es, únicamente, firmar con una disquera. No es el primero en intentarlo (ya hablamos de Amuse aquí), pero sí el más grande, y el que más puede perder en el intento.
- Las cosas van a seguir cambiando, y como artistas, tenemos que ver la forma de que estos cambios nos beneficien más de lo que nos afectan. ¿Qué tenemos hoy que no teníamos hace 10 o 20 años?, ¿cómo podemos aprovecharlo?
Y tú, ¿qué opinas?
Este no es la primera decisión de Spotify que nos huele a “chale, se viene algo grande”. ¿Recuerdas que también subieron una serie de tutoriales para ayudarle a los músicos a gestionar su carrera musical?, o ¿qué ya permiten que mandes tu música para que decidan si ponerlas o no en su Playlist?
Tú, ¿qué crees que esto signifique?