Antes que nada querido lector, esta nota no lleva nada en contra de Macario Martínez, al contrario, reconozco su labor como cantautor ya que sus producciones “Sueña lindo, corazón”, “Si no te puedo ver” y el resto de sus tracks son una muestra viva de lo que es el ser un artista independiente de alto talento.
Esta breve opinión, está dirigida a poner en la mesa un fenómeno importante que muchos artistas independientes sabemos que existe y hoy sin duda, está quedando en evidencia total, y es la doble moral, que tanto medios como festivales, están manifestando posterior a la viralidad del video del autor de ¿Qué somos hoy?
Y es que justo esto, la viralidad es lo que están aprovechando estos medios y festivales, para atraer ese público que perdieron o que comenzaron a perder hace años. Ese público que busca propuestas frescas, nuevas y que respondan a una necesidad de disfrutar de nuevos discursos musicales alejados del club de toby que encabezan los tacubos, los zoes, los molochos y anexas.
Incluso en Tik Tok existen análisis donde se demuestra que los grandes corporativos solo les interesa glorificar las carencias con las que se desenvolvía Macario y que esas, son las que lo llevaron a “tocar los corazones” de los empresarios para darle una oportunidad y seguir fortaleciendo el discurso de que el pobre, es pobre porque quiere.
Querio lector, tú que no tienes una banda, o que ni siquiera tu actividad esta pegada al tema artístico, debes de apoyar a todos los Macarios que existen en el medio, ya que las acciones que parecen “buena onda” por parte de las empresas, obedecen a un interés meramente comercial para seguir obteniendo ganancias a costa de los artistas que por un chispazo de suerte, lograron esa viralidad que cientos de músicos buscan todos los días.
Y es que en caso de que estas empresas en verdad comenzaran a ver a los nuevos talentos como una oportunidad o quisieran hacer la labor de refrescar la industria, no solo invitarían a Macario, también estarían entre sus invitados bandas como:
- Yuno
- Banda de Belgas
- Milk band
- Dali Mata
- Flacø
- Diego Roma
- Dalia
- Bratty
- Islas
- Bogard
- Paralelos
- Colores Santos
- Lulú
- Luzer
- Niza Buenrostro
- Monte Casino
- Yaz Flores
- Jardín Verneú…
pfff… por solo decir las que me llegan a la mente en este momento.Pero no, en todos los festivales, año con año, seguimos viendo a las mismas bandas, a los mismos solistas.
Existen muchos músicos mexicanos que llenan foros en la Ciudad de México como el indie rock, el bajo circuito, entre otros… pero viven invisibles a los ojos de los curadores de festivales y estaciones de radio. ¿que raro no?
Lo que todo esto está demostrando, es que los festivales como Vive Latino, Pal’ Norte o medios como los 40 principales México, la revista GQ y medios corporativos, le siguen apostando por la viralidad del pobre músico que tiene que trabajar para atraer el morbo del público y así seguir llenando sus bolsillos a costa de los artistas… ¿Algo nuevo? Para nada, todo esto es parte de una reflexión que te comparto para que no pienses que todo esto lo hacen por buena onda.
No hay duda, la música mexicana vive una crisis desde hace más de 15 años y es que es imposible competir contra el monopolio de Ocesa, Universal Music y compañía, quienes son los que dictan cuál banda debemos de consumir.
Aunado a todo esto, el país cuenta con muy pocos foros que le apuesten a las bandas emergentes, que les ofrezca un espacio óptimo y ya ni digamos de un pago.
Finalmente, los consumidores somos parte también del problema pero de forma indirecta, pues al escucha no le interesa si los músicos llevan muchos o pocos años, si suben un tik tok mostrando cómo grabaron su música, si le metieron una guitarra eléctrica de 50 mil pesos o la grabaron en un estudio con compresor de bulbos… nah, eso no le importa al público, pues lo que quieren es conectar con un Macario Martínez en el momento preciso.
¿Las empresas van a cambiar? Ni de pedo, el negocio para ellos es antes que la cultura, que el arte o el interés de mostrar al mundo que méxico no solo son corridos tumbados y reggaeton champagne. Su interés es meramente monetario y eso nunca cambiará.
¿Las bandas cambiarán para fortalecer la escena? Bueno pues, Rey Decibel inició en 2016 y hoy en día, seguimos viendo las mismas carencias, los mismos vicios que al inicio por lo que sinceramente auguramos un futuro totalmente incierto para los nuevos talentos… ¿decepcionados? Sin duda.
¿Qué hacer como público y artistas?
Como músicos, lo que deben de hacer es reforzar lo que desde 2016 les hemos dicho en este medio: contactos, apoyo mutuo, quedarse a disfrutar de todas las bandas cuando toquen o cuando asistan a un concierto, consumir las rolas de las nuevas bandas, invertir lana en sus bandas, ver sus proyectos como emprendimientos antes que como pasatiempo, darle más tiempo a su vida de músicos, etc.
Como público debemos de redoblar esfuerzos por escuchar nueva música, permitirnos asistir a foros, bares o festivales al aire libre a escuchar artistas que no conocemos, darnos ese chance de salir de nuestra zona de confort musical, para esuchar nuevas ideas, nuevos discursos y sobre todo, consumir todo lo que los nuevos talentos tienen que ofrecer.
Por que ojo, este fenómeno es momentáneo, y nuestro compa Macario Martínez, deberá de aprovechar estos espacios a su favor, para no perder la inercia que este momento de viralidad le ofreció, pues llegará un nuevo Macario que llenará los ojos de los empresarios y se olvidarán de él como históricamente lo hemos visto.
Para hacerte la vida más facil, te hicimos una playlist para que topes todas las bandas chingonas que existen en México. Sígueles y hagámoslas virales: