A lo mejor exagero, pero el sábado pasado me tocó escuchar a una de las peores bandas que me ha tocado. Y ya sé lo que me van a decir, que siempre los músicos somos los críticos más despiadados, pero la verdad con los años he podido desarrollar neutralidad y hasta admiración por bandas amateurs.
Pero el sábado pasado, no mames!, se la mamaron!
Primero, llegan a conectar a la hora que estaba citada la gente, digo yo se que los mexicanos somos bien pinches impuntuales, y sí, la gente llego como 1 hora después, pero que creen, pues no les dio tiempo de hacer una prueba de sonido en forma, y pues si, sonaban de la verga. Yo sé que una banda se sabe sus canciones (a veces), pero el público no, y si se emplastan las frecuencias de los diferentes instrumentos la gente no entiende las melodías y solo se escucha puro ruido.
Del metrónomo ni hablar, o sea se notaba a leguas que o cada quien estaba tocando una canción diferente, o de plano no sabían que es eso, “metro.. que?”
Actitud de la verga, ya saben de esa clásica de las bandas que dicen “apoyen a las bandas emergentes” y neta exigen que el público les ponga atención sin realmente hacer nada para merecerlo. Para acabar pronto, la fiesta que tenía la nada despreciable cifra de al rededor de 100 asistentes, era de disfraces, y la banda eran los únicos mamones que no iban disfrazados, ¿si ven?
Terminan y a penas dan las gracias y se ponen ahí a recoger y sacar su equipo como diciendo “no me quedo en este mugrero ni un minuto más”. Y wey, la gente está en su fiesta y estos weyes ahí estorbando la pista de baile cargando su equipo.
Todo es cuestión de actitud, amigos!