“Los Godínez de mi oficina están turbo emocionados con las estadísticas de Spotify”, me escribió Andrea LP en la mañana.
En mi muro, un desconocido presumía que Morrissey ocupaba casi la totalidad de su Top 100 en el club de fans, y una amiga se enorgullecía de haber oído más de 50k horas de música.
Si una empresa sabe cómo y por qué escuchamos música, es Spotify (puedes leer la “magia” detrás de su algoritmo aquí y comprobarlo).
Entonces, ¿qué nos enseña toda esta locura del Resumen del Año sobre nosotros y nuestros fans?
Nos encanta hablar sobre nosotros mismos
Sobretodo en internet.
El contenido que más se comparte en Facebook incluye videos musicales, noticias de último minuto y…
Quizzes y “datos científicos” que demuestran cosas sobre nosotros: “¿Cómo te verías con el cabello de otros colores?”, “estudios demuestran que las personas que no se bañan son las más inteligentes”, “¿cómo te verías si fueras del sexo opuesto?”, etcétera.
De acuerdo a un estudio hecho por Diana Tamir y Jason Mitchell (que puedes leer aquí), las personas dedicamos un 30-40% de nuestro tiempo a hablar sobre nosotros mismos, y en internet, esto se duplica al 80%.
Y no es que esté mal, en teoría, este comportamiento se debe a que nuestro cerebro nos “recompensa” por “propagar los productos de nuestra mente”, algo que no le pasa a otros primates: ¿Cómo se supone que lleguemos a la Luna si nadie quiere hablar sobre sus teorías para fabricar la nave espacial perfecta?
Es por eso que algunos métodos para incentivar a una audiencia a interactuar con un contenido son:
- Preguntarles cosas sobre ellos mismos (“¿tú qué opinas?”, “compártenos tu experiencia”)
- Incentivar emociones que los lleven a reaccionar y querer compartir su propia opinión (o sea, amarillismo y temas controversiales).
Spotify es más sutil y simplemente te da una excusa para decir: “Miren, escuché toda esta música y soy súper fan de Luis Miguel”. Y tu cerebro te recompensa porque, ¿quién sabe? Quizá el que te guste Luis Miguel sea información vital para la especie humana.
(Y está increíble. Yo también compartí que oí un chingo a Muse por si ayuda a descubrir la cura contra el cáncer. Este artículo no es un “esto está mal” o “esto está bien”. Es un “esto pasa”).
Nos gusta hacer comunidad
Hace poco hablamos de los STEPPS de Jonah Berger (están aquí). En resumen, son 6 características que nos motivan a compartir un contenido.
Recordemos dos de ellas:
- Capital Social: Todo aquello que, creemos, nos hace ver bien ante la gente que nos conoce.
- Hecho para ser público: Algo creado con el objetivo de ser mostrado, como stickers, playeras o un filtro para tu foto de perfil.
Esto se junta con algo llamado capital cultural, que entre otras cosas, es aquello que nos hace ser o sentirnos parte de una comunidad con base en la cantidad de cultura que tenemos.
Por ejemplo: Un metalero de 13 años que quiere ser aceptado por otros metaleros se pone un chaleco con 50 parches de bandas súper underground (capital cultural y “hecho para ser público”) para demostrarle a los metaleros más viejos en el concierto, y a sus compañeros de secundaria, que sí es un metalero de verdad y pueden hacer comunidad (capital social).
Lo mismo pasa con el top de Spotify.
Te da las herramientas para mostrar toda la música que conoces a las personas con las que te interesa hacer comunidad. Literal es lo de los parches, pero en un formato actualizado y mucho más fácil de compartir y comentar.
En resumen:
- Nos gusta hablar de nosotros mismos, sobretodo cuando estamos frente a una computadora o celular.
- Disfrutamos de mostrar que tenemos capital cultural, es decir, conocemos mucha música “buena” (o libros, series, etc), ya que nos permite generar capital social: Interactuar/impresionar a las personas con las que queremos hacer comunidad, o diferenciarnos de la gente con la que no.
- Los resúmenes de Spotify juntan la magia de compartir todo lo que sabes de música, es decir, hablar de ti mismo, y la de formar comunidad con base en ello. BUM.
- Estos mismos principios pueden utilizarse para la campaña de publicidad de tu proyecto, siempre y cuando conozcas bien a tu audiencia y entiendas bien su comportamiento.
Repito: esto no es un “esto está mal” ni un “esto está bien”. Es un “esto existe”. Yo también publiqué mi resumen del año en Spotify y amo con locura esta campaña.