19S, un sismo que nos hace reflexionar sólo un par de días.
Solo uno segundos bastarían, unos instantes que pasarían a la memoria de nuestro existir.
Tan solo unos minutos antes, recordabamos a aquellos que habían perecido años antes, por muchos años nos contaron unas historias terribles y otras que nos llenaban de esperanza en la humanidad.
Y de pronto, para aquellos que no estuvimos concientes en 1985 vivimos lo que tanto observamos por años; el terror, la angustia, la tristeza se apoderaba de nuestra realidad y nuestros ojos no terminaban de creer lo que veiamos en las calles, en los monitores, en los celulares.
Poco a poco vimos como la naturaleza nos demostraba la fragilidad de nuestros cuerpos, la debilidad de nuestro existir.
Pero no teníamos tiempo para derrumbarnos como aquellos colosos de concreto, era momento de extender nuestras manos, de ayudar y recordar que somos hermanos.
Muchos no dormimos, muchos lloramos mientras avanzabamos, mientras levantabamos escombros o llevábamos alimentos a las zonas cero.
Muchas lecciones nuevas aprendimos ese 19 de septiembre de 2017, poco nos importó lo mucho o poco que podriamos ofrecer, los millenials ya no eran los flojos, eran los jóvenes que se organizaban, los que llenaban de esperanza los corazones de quienes en el 85 pusieron el ejemplo.
Pero hasta ahí quedó.
Hoy volvemos a ser esos seres egoístas, individualistas que no nos preocupamos por el hermano al que ayer le tendimos la mano, nos sigue valiendo madre el de a lado así de simple.
¿Cuántas veces nos tiene que recordar la naturaleza que la estamos cagando?
Recuerdo que dos días pasaron y aún cedían el paso en el flujo vehicular, aún se daba el asiento en el transporte, sonreíamos al desconocido y el metro no se atiborraba de gente en las puertas… dos días bastaron.
Hay mucho que tenemos que mejorar, mucho que hacer por una sociedad que está destrozada por dentro y por fuera, tenemos que volver a hacer las cosas con amor, pensando en el beneficio colectivo y no sólo en el personal.
Se que en el reino hay muchos músicos, promotores, mini empresarios que día con día hacen todo por generar ese cambio tan urgente, tan necesario. A ustedes, mi más grande reconocimiento, pero aún falta, aún nos queda mucho por hacer.
Recuerda que somos influencers, (como dirían los millenials-astro-veganos) y nuestra labor es llevar mensajes positivos, de esperanza, de reflexión, de fiesta a todos aquellos que nos escuchan o nos van a ver a nuestros conciertos, o que nos siguen en redes, la música nos ha regalado esta oportunidad y estoy seguro que muchos de ustedes están en este negocio por todas estas alegrías que nos brinda día con día.
Les dejo este pensamiento, esta breve reflexión hoy cuando todos volveremos a ser hermanos, donde el corazón volverá a ser quien nos presente con el de a lado, con la finalidad de que no se les olivide lo que estamos dejando a un lado y la hermandad dure más de dos días.
Para acompañar estas letras, les comparto lo que Urss Bajo el Árbol trabajó con motivo del 19s:
Nos leemos en la siguiente.