Cuenta la leyenda que hubo una época en la que estar grabado ya era suficiente para sobresalir como artista. Sin embargo, con la democratización de los medios y la tecnología, cada vez, más bandas cuentan con material grabado e incluso publicado, gracias a herramientas como Spotify.
Ahora la misión, más allá de tener tus canciones grabadas, es hacer que tu track destaque entre miles que se encuentran en las diversas plataformas.
En esta serie de dos partes te compartiré algunos consejos —y reflexiones— sobre el proceso de grabación y composición para hacer tus canciones más interesantes y logradas.
Hoy, te traigo 2 tips que aplican antes de comenzar a grabar y son primordiales para crear un buen producto.
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- Canción primero, grabación después
Voy a presentarles una situación: Llega una banda, me dice que quiere grabar y que les ayude con X o Y proceso (la grabación, la mezcla, el máster).
Siempre comienzo pidiéndoles que me presenten su canción solamente con una guitarra acústica. Y más de la mitad de las veces las bandas se detienen en algún momento al estar tocando y dicen algo como:
*Detienen la guitarra acústica*
“Y bueno, aquí vamos a meter algo con sintetizadores o sonidos marcianos.”
o
“Y aquí va un redoble de batería y luego entramos con unos ruidos, va a sonar bien chido.”
ERROR
Las grandes canciones se componen. Si tu canción no cumple el reto con un acompañamiento mínimo, tal vez no está lista.Debes preguntarte qué tanto sentido hacen los acordes uno tras del otro, cómo fluyen las rimas y la métrica en tus letras, si el ritmo es el correcto, si la melodía de la voz es interesante (y digo interesante, no rara).
Tu canción tiene que defenderse sin tu cadena de 35 pedales de efectos y el cuarto lleno de sintetizadores de tu tecladista.
Si no me creen, les dejo el demo de “Love Never Felt So Good” de Michael Jackson sólo con piano y voz, donde con pocos elementos ya sentimos el groove e intención del tema (técnicamente la voz tiene un overdub, pero creo que muestra bien el concepto). - Sacrifica tu “visión”
Sí, suena contradictorio, pero hay veces que confundimos nuestra “visión” de un track con los valores de producción. Puede que en tu “visión” del track haya una orquesta sinfónica, pero muy probablemente no te alcanza ni para un violinista callejero de Coyoacán.
Y probablemente ya estás buscando en youtube “Cómo hacer que violines MIDI suenen reales”.
No lo hagas.
¿Por qué no mejor tomar otro camino y sustituir la orquesta con sintetizadores muy notorios? ¿O varios tracks de guitarras con distintos ataques? ¿O directamente un sample?
Más vale que hagas un sonido sintético bien logrado, a que hagas tu orquesta toda parchada que sólo te va a hacer sonar amateur (y de paso, a pista de Multikaraoke).
Al final, el producto que escucha el público sólo se va a comparar con la demás música (toda, la del mundo). Nadie va a saber que planeabas usar una orquesta, y honestamente, a nadie le va a importar.
Así que, como dijera mi abuelo que era un sabio: “Es mejor hacer una cosa bien, que dos a medias”.
Dejo aquí abajo una canción de Giorgio Moroder, quien en la época de las grandes orquestas (Barry White, Bee Gees, Earth Wind and Fire) decidió tomar un sintetizador, grabar de manera rápida y barata, y cambiar la música disco para siempre.
- Canción primero, grabación después
Como verás, una gran canción no tiene que ver con el presupuesto, sino con decisiones muy puntuales que suceden antes de presionar [REC].
Nos vemos en la siguiente para concluir las próximas 3 partes de esta serie, y no olviden dejar dudas, quejas y sugerencias en la sección de comentarios.
Actualización*
Puedes leer la segunda parte AQUÍ.