Seguro has escuchado mil veces que para vivir de la música, debes hacer lo que el mercado pide; por no decir, (hoy en día) hacer reggaetón (hace diez años decían pop). Nada más erroneo: la fórmula indiscutible para ello, ya la revelé en mi texto anterior. En adelante me enfocaré en compartir detalles sobre cómo ser una banda autogestiva para hacer de tu banda, tu futuro.
En primer lugar, es imprescindible la forma en que como banda estén organizados. Su futuro como proyecto va a depender mucho de este asunto de vital importancia, porque como dice Schoenberg
Sin organización, la música sería una masa amorfa, tan inteligible como un ensayo sin signos de puntuación, o tan inconexa como una conversación que salta sin propósito alguno de un tema a otro. […] La palabra forma quiere decir que una pieza está “organizada”, es decir, que consta de elementos que funcionan como los de un “organismo” vivo.
Claro: él hablaba de composición musical, pero sus palabras no se escapan de ser acertadas para aplicarse en otros terrenos. Así, en la medida en la cual descuiden este aspecto, su vitalidad como grupo será débil e inconsistente.
Desde mi primer texto he recalcado que durante mucho tiempo hemos escuchado la frase “tu banda es tu empresa”: lo dicen en las conferencias, lo repiten los profesores en las academias de música, no lo vuelven a cantar las agencias de management/ booking; y los músicos la adoptamos y predicamos. ¿Pero sabemos qué es un empresa?
Rompamos estigmas: una empresa es un papel. Uno llamado acta constitutiva, firmado ante notario público por los socios que la conforman. Fin. Ahora, como banda no es necesario que corran al notario y se conformen como “mi banda de rock S.A. de C.V.”… al principio: probablemente después vaya a ser necesario hacerlo, y no tiene que ser con el nombre de la banda. Ya iré explicándolo.
Renuncia a una idea general: las personas no hacen empresas para hacer dinero. Claro: el objetivo de las empresas sí es hacer dinero a toda costa, pero no es esa la razón por la cual se fundan. La gente hace empresas con un único fin: protegerse. ¿De qué? La incertidumbre del futuro, por supuesto.
Según dicha lógica, ¿cómo tu banda te protege de la incertidumbre del futuro?
De manera personal debes contestar a la pregunta “¿para qué quiero estar en una banda?”. Si tu deseo es echar relajo, juntarse con los amigos y pasársela bien, está perfecto. Tus necesidades de organización no son muy distintas a las de una salida al un bar con los amigos de la preparatoria.
Para quienes desean estar en una banda porque quieren dedicarse a hacer música (recalco: de-di-car-se; esto es: destinar el tiempo a, y sólo a, hacer música), vivir por componer o interpretar un instrumento, el camino es otro. Un profesional de la música —coincido con Hugo García Michel, fundador de la revista Mosca— “no se sube al escenario a echar relajo, se sube a hacer música”.
Aquí es donde entra la importancia de la organización. Si vas a proteger tu futuro a través de la música, y quieres que el medio sea a través de una banda, es necesario que los miembros del equipo que conformes para ello tengan una visión compatible y valoraciones coincidentes. Ese equipo es, en términos empresariales, el que firmaría el acta constitutiva: son tus socios. Y ellos son la parte más importante de tu conformación como banda.
¿Por qué deben tener una visión compatible? Las aspiraciones y razones de cada miembro tienen que estar alineadas para poder funcionar en conjunto. No necesariamente el porqué está cada uno en la banda debe ser el mismo, pero sí debe poder caminar de forma paralela con los objetivos de los demás. En palabras de Paul Wrath, vocalista de Cerberus: ¿vas a arriesgar tu carrera por alguien que le esté apostando a otra?
Las valoraciones no tienen que ver con respeto, optimismo o responsabilidad, sino con aquello a lo que cada uno le da más peso. ¿Porqué necesitan ser coincidentes? Si tú amas el rock a sobremanera y eres adorador de su espíritu contestatario, y el otro está dispuesto a hacer una colaboración con un cantante de merengue en una canción melosa con tal de inflar su visibilidad, ¿quieren estar en la misma banda entre sí? Ninguna de las valoraciones es incorrecta, pero dificilmente serán compatibles (uno le apuesta a la especialidad, y otro a la versatilidad; o uno a la originalidad y otro a la popularidad) por lo cual será complicado trabajar en conjunto.
Es muy importante prestar atención en el siguiente detalle: Al conformarse como banda, como sociedad, están haciéndolo para protegerse cada uno de ustedes, y en conjunto. De la individualidad de cada uno, surge una nueva persona: la banda. ¿Has escuchado sobre las “personas morales”? Justo eso son las empresas, y justo eso es tu banda: una persona moral, conformada por varias personas físicas.
Ojo: las empresas (personas morales) declaran y pagan impuestos por su actividad lucrativa. Es por eso que no recomiendo formalizarse la principio del proyecto. No por no pagar impuestos, sino porque el proyecto no genera ganancias importantes, y es mejor ahorrarse ese tiempo que invertirías declarando en ceros. Pero sí es importante que conozcas todo este proceso para tener claridad en tus actividades al emularlo.
La gestión como sociedad tiene muchas variantes, y muchas ideas a las que hay que renunciar para un óptimo desarrollo del proyecto. Por ello, la siguiente parte de estas publicaciones la dedicaré a hablar de dicho aspecto (los socios); así como uno de los puntos importantes para formalizar un proyecto: el registro del nombre de la banda.
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