En días pasados publicamos un pequeño cómic que tocaba el tema de la venta de boletos, hubo muchos comentarios que contaban su experiencia acerca de este tema y hubo algunos puntos que sería bueno tratar.
Primero es importante decir que El Rey y su Corte no están en contra de la venta de boletos, las preventas son muy buenas para garantizar que el evento saldrá bien, lo que nos parece muy negativo es cuando el promotor o venue le cargan la mano a las bandas teniendo éstas la responsabilidad total de llenar el lugar, más negativo aún, cuando las ganancias no son compartidas. Todo se resume a “Tu tomas todo el riesgo, nosotros todas las ganancias”. Existen un sin fin de promotoras cuyo negocio es ése, juntar a bandas que estén dispuestas a todo con tal de tocar a lado de una banda famosa o en un venue de gran capacidad. En sí en negocio hasta donde podemos ver, no es ilegal, es simplemente una mala práctica que ha contribuido a que la escena musical en la CDMX y el país esté deteriorada.
Hablemos de un caso particular que nos compartieron en el Facebook de Rey Decibel. La Revista S22 se ha dedicado a hacer eventos en donde utiliza a bandas consolidadas, o en vías de consolidación, como headliners en eventos en distintos venues, atrae a las bandas con el gancho de tocar a lado de estos proyectos y de ofrecerles servicios de comunicación y promoción en su facebook, en el que se jactan de tener 27 mil fans. Hasta ahí todo parece increíble, pero la vuelta de tuerca viene cuando les exige a las bandas invitadas vender previo a la fecha del evento 60 boletos cada una. Obviamente las bandas terminan vendiendo solo una parte de esos boletos, entre su círculo cercano por lo que el concierto se lleva a cabo frente a 100 o 150 familiares de la banda, papá, mamá, abuelita… es decir, no hay ningún beneficio comercial para las bandas puesto que el público no es el adecuado para ellas. De buena fuente se que muchas de las bandas que se presentan ahí, no están por mucho en el nivel que se requiere para estar algo así, es decir, ni si quiera orientan y protegen los proyectos emergentes, para que esperen un poco a que el proyecto madure. El resto de los boletos que no se vendan los tienen que pagar, y todo esto termina siendo un gran peso que proyectos que van comenzando a veces no pueden sortear y terminan desvaneciéndose.
Pero la venta de boletos ha estado rondando siempre las bandas en las que he estado, hace poco una banda amiga nos invitó a tocar junto a ellos en un bar de la Narvarte, cuando llegamos resultó que el evento era organizado por un promotor que había exigido la venta de boletos a las bandas, nos sacamos muchísimo de pedo, afortunadamente nosotros no teníamos nada que ver con eso y no nos afectó, salvo que todo estaba muy mal organizado, no había equipo, no había staff, no había PA, todo lo tuvimos que poner las bandas, es decir el promotor no hizo absolutamente nada, y aún así se quedo con buena parte de las ganancias. Nunca supimos el nombre de la empresa ni del promotor.
Como esos casos hay muchos, la forma de evitarlo es siempre tener la cabeza fría con nuestros proyectos, cuando nuestra banda esté lista para tocar en un gran venue o para compartir escenario con grandes bandas llegará solo, por supuesto no sin hacer gran esfuerzo en relaciones públicas, en nuestras redes sociales y haciendo carrera primero tocando en lugares más pequeños y colaborando con otras bandas emergentes, ése es el camino y no el de promotores que solo buscan hacer negocio sin importarles las consecuencias que esto tenga para la escena musical.
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