Hay una idea que ha rondado la corte del Rey hace ya años y hoy regreso por un comentario de Mi Sobrino Memo: porqué el público valora tan poco a bandas que serán sus favoritas en los próximos años. Por una ocurrencia hicimos un pequeño experimento en el que preguntamos “¿qué prefieres? ir a ver una banda independiente o ir a cenar tacos”, digo por aquello de pagar cover, les adelanto que estoy escribiendo este artículo antes de lanzar la imagen, no se que respuesta tendrá, tal vez ninguna, pero si me preguntan el pronóstico diría que van a ganar los tacos por mucho, y es que hemos sido testigos del poco aprecio que reciben las bandas emergentes, incluso aquellas de altísimo nivel musical.
La gente prefiere comprarse unos cigarros, una chela o casi cualquier cosa que aventurarse y dejarse sorprender por una nueva propuesta musical, eso si, si el lugar ofrece más bien una banda de covers parece no haber gran problema de pagar la entrada y echarse unos tragos ahí. El problema entonces no parece ser el de si la gente tiene o no los $50 o $100 pesos del cover, sino que no está dispuesta a hacer la apuesta de ver a una banda que puede o no gustarle, en el caso de una salida casual, ya no digamos en el de hacer el esfuerzo de salir un día a un concierto exclusivamente atendiendo la convocatoria de una banda en redes sociales.
Afrontémoslo para el público parece no valer la pena ir a ver tocar a una banda independiente y sinceramente no podría yo hacer otra cosa que ser autocrítico y admitir que no he sabido seducir a la gente con mi banda (todavía), creo que al menos la idea debería de pasar por la cabeza de todos los músicos independientes. Creo que tenemos que aprender a construir un concepto (no sólo musicalmente), distribuirlo, anunciarlo, enamorar al público antes de citarlo a un concierto. Pero no me malentiendan este no es un artículo pesimista, al contrario es retador y espero que al igual que yo se sientan motivados a construir desde su proyecto una escena musical como la que hay en otras grandes ciudades del mundo, así que a darle que es mole de hoya.